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viernes, 6 de agosto de 2010

LA BARBERIA Rota, 2 de Junio de 2002

“EL CALLEJÓN DE LA PRESA”

¡Maeztro!, Esta mañana he estado en el club del Pensionista, y escuché a dos mayores hablar, del “Callejón de la Presa”, y la verdad es que, sentí la curiosidad de preguntarle a Ud. si llegó a conocer ese callejón.

¡Po´ claro que sí Joché!. El callejón en realidad, era uno de los caminos por los que se accedía al pueblo. Podría decir sin equivocarme demasiado, que discurría por lo que es hoy la calle Amapola. El Callejón, algo tortuoso, estaba custodiado y acompañado por ambos lados por chumberas que atravesaba de forma longitudinal el Pago del Molino en su parte este, arrancando desde la misma playa del Rompidillo y llegando hasta la vía del ferrocarril en el Pago de Gallinero, junto al Puntal de Levante.

Que por cierto recuerdo una anécdota que se cuenta que: En la época de la Guerra, en el Callejón de la Presa, paró una pareja de guardias civiles, a un paisano quien al preguntarle quien era y a donde se dirigía, fue brutalmente apaleado al pensar los de “verde” que se estaba mofando de ellos, pues repetía una y otra vez: Que “él era El Gallo e iba pa´Gallinero”; Efectivamente este buen hombre se apodaba “El Gallo” y se dirigía hacia el Pago de Gallinero”.

Como decía mi abuela: “esas son cosas, que pueden haber pasado y no haber sucedido”...

Cuando el camino partía desde Rota, sólo disponía vallado su parte izquierda y tras el mismo, en una pequeña parcela, “El Contento” tenía allí su choza. Este personaje entrañable, con su inseparable y no menos popular amigo Pindondera, fueron unos simpatiquísimos aficionados al carnaval Roteño. Por su parte “El Contento”, fue junto a Diego “Sacalejo”, trompeteros de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno. “Siempre que los “caldos” del Tierno no ejercieran superioridad sobre Beethoven...”

Tras la choza del Contento, existía otra algo más adentro, donde vivía la familia de Carmelo Moreno; carnicero y capaó. Padre de nuestro querido y polifacético artista local, Rafael Moreno “Cantinfla”, del que un día, te prometo Joché, nos “ocuparemos de Él.

El camino partía dejando en su margen derecho al mar hasta llegar a los enormes eucaliptos de Lucero, quien frente al mismo, disponía de hornos de cal y un tejar en donde fabricaba adobes de barro extraído de los barrancos.

Durante varios años, este tejar le fue alquilado por un industrial de Jerez; (Juanele Montero), quién acabó con una serie de montículos de barro existentes en la misma playa del Rompidillo y que cubría el mar en la llenante y desde los cuales, los chiquillos nos lanzábamos al agua.

El barro para los ladrillos, como las piedras de la playa recogidas para hacer cal, las trasportaban los arrieros a lomos de sus asnadas. El Vélez, los Hermanos Caridad, Paco Mendoza, El Tula., El Santo, El Punta etc. fueron los arrieros más relevantes de aquella época, que como único medio de transportes, acopiaban los materiales a las obras. Por lo que te digo Joché, que nos debería hacer reflexionar; cómo gran parte de la Rota moderna de hoy, fue portadas en los serones de las bestias a modo de cal, arena, grava, ladrillos, etc.

Pues siguiendo con el Callejón de la Presa Joché, te diré que a continuación de la calería de Francisco Lucero, Juan Arjona tenía otra Calería con tres hornos y una enorme cantera abierta de donde extraía la piedra caliza; materia prima que se encuentra en prácticamente todo el subsuelo de Rota. Recuerda Joché por ejemplo, que el nombre de “Plaza de la Cantera” es en referencia a la cantera que allí existió, en cuyo lugar por última el Ayuntamiento colocaba los fuegos artificiales en la Festividad de la Patrona.

Pues a continuación de los eucaliptos, se hallaba “El Cerro del Tío Malo” lugar de dunas y retamas, donde pastaba sus piaras de cabras Enrique Alceo´ y tenia sus galleras Juan Cerpa “El Leñero” y Juan “El de las Burras”.

Hoy esta zona se ha convertido en la barriada del Molino que ha ocupado tambien otra finca importante llamada “La Redención” cuyo encargado de las tierras era Ceniza, casado con Frasquita y hermana de Félix “Pocos Kilos”. Estas tierras, llegaban hasta el mismo Pico Barro.

En el margen izquierdo, tras la cantera de Arjona, había una gran huerta que lindaba con la de Bernal. De esta huerta tengo un amargo recuerdo, ya que siendo yo un niño, vi con mis propios ojos, cómo el colono asentado en la misma, fue expulsado por la Guardia Civil. Me impresionó pa´ los restos, ver a aquella encapotada pareja, con tricornios y mosquetones en ristre, embargar para los adinerados dueños de las tierras, el único sustento de aquel humilde hortelano y su nutrida familia.

Te diré Joché, que del pozo en donde se encontraba instalada la noria de la huerta de Bernal, actualmente el Ayuntamiento extrae el agua no potable para el riego y baldeo de calles, ya que a demás de ser de muy buena calidad, este pozo tiene manantiales que no se agotan. Por cierto, en esa misma huerta se encuentran los depósitos de agua que da servicio a toda la población, construidos tras la implantación de la Base Aeronaval, en cuyo recinto y justamente en el lugar que es hoy el Cine de la Base, se hallaba “La Huerta del Agua”, de cuyos pozos también de manantiales, llegaba el agua a Rota a través de tuberías de hierro. Por cierto, el funcionario encargado de este servicio, era Emilio El de los Grifos, marido de nuestra inmortal carnavalera: “Mercedes la de los Grifos”.

¡Ozú Maestro!, ¡Anda que no da na de sí El Callejón de la Presa!...

Po´ se me olvidaba contarte Joché que; como en Rota en aquella época no había retretes, po´ mucha gente usaba el camino pa´ jiñá, y en ocasiones, algún que otro campero que las helá les quemaban las almacigas, recurrían al Callejón en busca de plantas de pimientos y de tomates que nacía espontáneamente, fruto de las deposiciones de la “clientela”, que naturalmente, habían comido priñaca previamente...



Prudente Arjona Lobato
DNI 75.781.246-H

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