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viernes, 6 de agosto de 2010

EL MOLINO (por D. Jose Antonio Martinez Ramos CRONISTA DE LA VILLA)

EL MOLINO


“Dicen muchos el “pago del Molino”, pero tengo que decir aquí que tal pago no existe en la relación de los que tiene o tuvo esta villa, sino que su verdadero nombre es el de Puntal de Levante, al igual que el que alberga el edificio de la Telefónica se llamaba Pandero. Lo de “el Molino”, viene porque a la orilla del antiguo camino de Jerez, que nacía de la puerta de su nombre, discurriendo por la hoy calle Amapolas, y cuya puerta tenía un arco parecido al del muelle, se encontraba un antiguo molino de viento a la altura de lo que hoy es calle Sagrado Corazón de Jesús, destinado, según se dice, a la molienda de aceitunas, aunque también es posible que se tratase de uno de los dos molinos harineros que tenían los frailes mercedarios en la zona.

Sea lo que fuese, lo cierto es que este molino aparece reflejado en un dibujo existente en el Public Record Office de Londres, recogido por José Antonio Calderón Quijano en su libro “Las defensas del Golfo de Cádiz en la Edad Moderna”, y reproducido por don Francisco Ponce Cordones en su “Speculum Rotae”, en el que se ve el muelle, el castillo, la parroquia de la O, el convento de la Merced y el molino aquí citado, que desapareció, como el antiguo arco y camino de Jerez, por los avances del mar.

Centrándonos en el tema que nos ocupa, en este pago de Puntal de Levante hubo en los años 40-50 del siglo pasado una industria de producción de cal de obra propiedad de Francisco Lucero Bolaños, que tenía en el subsuelo de los terrenos de su propiedad en el dicho Molino una cantera muy apropiada para cocerla en los varios hornos que llevaba en explotación. Este material se vino utilizando masivamente en la construcción hasta último de la década de los 30 del siglo XX, pues a pesar de haber sido inventado el cemento en Inglaterra en 1824, la primera fábrica española no se instaló hasta 1890, llegando a Rota sobre 1930.

Volviendo a la aludida cantera, fue tanta la piedra que llegó a extraerse de la misma que se creó un enorme agujero, tan grande que cupo en él toda la tierra procedente del desmonte del inmediato cerro del Tío Malo, realizado en 1967. Este agujero se hallaba en el lugar ocupado hoy por las casas 30 a 37 de la calle Doctor Fleming, 1 y 5 de Almendro y 5 y 7 de Virgen de Fátima, levantadas en la década de los 70. No deben temer, sin embargo, sus habitantes, por la seguridad de las mismas, ya que la tierra que se utilizó para el relleno no es movediza, sino que se mantiene, a no ser que se la escarbe expresamente.

En cuanto al cerro del Tío Malo, que ya debió ser malo el tío que le dio nombre para que se le recuerde con este nombre, ocupaba el solar de las actuales calles Felipe II, Guzmán el Bueno, Carlos V, Carlos III, Alfonso XII, Julio César y Recaredo, que constituyen la llamada “Barriada de los Reyes” dentro de la zona de “El Molino”, con cuya explicación quiero dar idea de la gran superficie que ocupaba este cerro y del volumen de tierra que pudo originar su explanación.

Retomando la figura del señor Lucero, debo decir que fue también propietario de un tejar para hacer ladrillos entre 1920 y 1940, aunque no fue el único que hubo en la zona, ya que en la década de los 40 existieron en las cercanías otros tejares y hornos para cocer cal propiedad del vecino Juan Arjona Romero, que fue el primero que construyó vigas para techos con cemento, gavillas de hierro y grava con el auxilio de un molde específico para ello.

Este Juan Arjona era una persona muy seria, aunque también tenía sus genialidades, dicho todo sin demérito a su persona. Recuerdo que un día que pasaba yo por la calle Nuestra Señora de los Remedios, en cuyo número 10 vivía, me lo veo venir trayendo de una correa lo que parecía ser un perro pequeño muy raro. Picado por la curiosidad, me acerqué, y resultó que lo que estaba paseando era un gato, con su correa como si fuese un perro. En mi vida he visto nada semejante.

En cuanto a la cantera que hemos descrito, dejó de funcionar en la década de los sesenta del pasado siglo. Entonces el señor Lucero quiso construir un bloque de casas para que la clase pobre tuviese vivienda, a cuyo efecto solicitó del banco un crédito de un millón de pesetas, pero como tal petición le fue denegada, decidió vender el terreno por parcelas, la primera de las cuales fue adquirida por los vecinos de esta villa Juan Serrano Ramos y Manuel Patino. Con todo, cuando el expresado no pensaba aún en nada de lo expuesto, se había hecho construir un depósito para la cal que sacaba de los hornos, edificio que aún existe en el número 23 de la calle Francisco Lucero. El narrador que esto escribe recuerda haber retirado cal de este lugar cuando aún era campesino.

Tras la parcelación se levantaron las casas número 2 y 4 de la calle Sagrado Corazón de Jesús, y de ahí en adelante hasta que El Molino llegó a convertirse en lo que es hoy. (De la obra Mi Rota en tiempos..., de Rafael Hernández Laynez, “Candón”.)

Datos procedentes de las Actas Capitulares del Ayuntamiento.

1960. Inteligenciado el Ayuntamiento de la petición formulada por los vecinos de la nueva barriada del pago de El Molino, de que se rotulase con el nombre de Sagrado Corazón de Jesús la calle central abierta en dicho pago, acordó por unanimidad en la sesión del 3 de marzo acceder a la referida solicitud.

Asimismo se aprobó por la Corporación el 2 de noviembre el expuesto de la Alcaldía Presidencia favorable a la adquisición de parte del corral perteneciente al número 22 de la calle del Calvario, al objeto de abrir una calle que uniese la referida calle con el barrio denominado “El Molino”.

1965. Se conoce en la sesión del 11 de enero la donación efectuada al Ayuntamiento por doña Carmen Lucero Merón de las calles de su propiedad en la barriada de El Molino, cuya relación es la siguiente:

Francisco Lucero; Francisco García de Sola, División Azul, Sagrado Corazón de Jesús, y sin salida, así como otras dos pequeñas sin nombre y parte de la que linda con el llamado Callejón de la Presa.

1969. Se conoce y aprueba por el Ayuntamiento en la sesión del 10 de marzo la propuesta de rotulación de diversas calles, a saber: Claveles, Amapolas, Rosales, Margaritas, Geranios, Jazmines, Tulipanes y Nardos, en la zona del Molino.

Datos procedentes de la Memoria municipal 1956-1960.

1960. Alcantarillado de la calle Corazón de Jesús por aportación vecinal.

Proyectos de próxima realización:

Proyecto de explanación, colocación de bordillos y afirmado con macadán ordinario en la calle Sagrado Corazón de Jesús, según trazado del plano parcial de urbanización de la villa, desde el adoquinado de la plaza de Pío XII hasta el final.


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D. José Antonio Martínez Ramos
Cronista Oficial de la Villa de Rota
cronistarota@aytorota.es

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